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Nicolás Alvarenga, 79 años, sacerdote: "Aquí, llegaron en la mañana un comando aéreo, desembarcaron allí, yo creo que eran alrededor de cien soldados, que fueron seis helicópteros. Estaban metiendo presos a varios, tenían ya varios presos. Salimos corriendo para allá y cuándo llegamos al sitio donde estaban, donde iban a bajar los helicópteros, ya los habían metido en una casa a la gente, ocho creo que eran, y los soldados agarrando a palos a la gente. Y entonces alguien, yo vi esto, tiró un bomba de gas de lágrimas, la tiró a nosotros. Entonces alguien que yo creo que fue Miguelito, dice: `Devuélvanla, devuélvanla', y yo, nunca había tocado una cosa de esas, me lancé, agarré y se la tiré a los soldados. Eso fue nada más. Los soldados salieron corriendo también, ellos le tuvieron miedo a la bomba. Eso fue la cosa y yo ni lo pensé, si lo pienso probablemente no lo hago."